Simplemente eres lo que eres y si tienes que defender que así eres, entonces así no eres...
Justo ahí en donde aparece la respuesta “pues qué quieres, así soy” se abre una increíble oportunidad para mirar diferente, solo es cosa de darnos cuenta que cuando lo decimos adoptamos una postura seguramente oxidada que impide movernos hacia el diálogo, al crecimiento, la mirada, el encuentro.
Y es que no por decirlo o creerlo (o defenderlo) es que entonces eres auténtico, disculpa pero no va por ahí, son cosas diferentes, por un lado una cierra cualquier puerta al diálogo, al cambio, a crecer y por el otro se es auténtico cuando simplemente se ES sin pensar que en algún momento tienes que decir “así soy”.
¿A qué le tienes miedo? ¿De dónde nace tu respuesta? ¿Qué no quieres perder? ¿Quien te dijo que así eres? Porque detrás de esa respuesta sólo se podría ver inseguridad, miedo y desconexión. Creo que cada que pase esa respuesta o afirmación por tu cabeza antes de decirla; tómala con ambas manos y llévala contigo a un lugar en el que te diga al oído la posibilidad de que algo puede cambiar en tu vida y pídele que te muestre lo que está por romperse, te aseguro que aunque no será fácil valdrá la pena, solo imagina lo divertido que puede ser ir por la vida sin tener que defender todo el tiempo que así eres, ya sabemos que así eres, ya sabemos que es tu forma de plantarte en el mundo y defender lo tuyo, ya sabemos que esa armadura te ha protegido por mucho tiempo, pero hoy tal vez ha llegado el momento de viajar más ligero, de disfrutar lo que antes ni si quiera veías por mirar con los lentes de “así soy”.
Y es que simplemente eres lo que eres y si tienes que defender que así eres, entonces así no eres.
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